martes, 29 de septiembre de 2015

ENVER HOXHA, Obras Escogídas III

  Ya disponible:
ENVER HOXHA, Obras Escogídas III
1ª edición,  Octubre 2015
935 págs.
Cubierta a todo color, con solapas y plastificada brillo.
PVP: 25 euros
Pedidos: maimar_1@hotmail.com

Edición original 8 Nentori
Tirada limitada 



 El tercer tomo de las Obras de E. Hoxha abarcan desde el año 1960 hasta el 1965.
Enver Hoxha, Gjirokaster   En el plano interno, el año 1960 marca el limite entre dos etapas de la construcción del socialismo en Albania; el feliz final de la edificación de la base económica del socialismo, y el principio  de la nueva etapa histórica (la completa finalización del socialismo). las orientaciones del desarrollo del país para este periodo fueron determinadas por el IV Congreso del PTA, celebrado en febrero de 1961. Un lugar destacado se dedica en este tomo a las cuestiones concernientes a la educación revolucionaria, ideológica y moral de los trabajadores. La elevación de la conciencia revolucionaria de las masas obedecía en primer lugar al nuevo estadio de desarrollo albanés basado en apoyarse en las propias fuerzas.
   En el plano exterior los años 1960-1965 han entrado en la historia del MCI como los años en los que Albania se encontró cara a cara con el revisionismo jruschovista y le opuso una abierta y decidida lucha.
   Los escritos de este tomo ilustran claramente la audaz lucha que libró el PTA para denunciar la ideología de la dirección jruschovista de la Unión Soviética. En la Reunión de Bucarest y en la Conferencia de Moscú de 1960, el PTA defendió los principios y normas leninistas que deben regir las relaciones entre Partidos Comunistas. Partiendo de estas posiciones se opuso resueltamente a los métodos antimarxistas que empleó Jruschov para condenar al PC de China. El PTA se alineó en aquel entonces con el PC de China. Muchos escritos que figuran en este tomo ponen de relieve la grave crisis interna que atenazaba a los revisionistas jruchovistas y que alcanzó su punto culminante en 1964. Esta grave crisis era resultado de la lucha de principios contra los jruschovistas, de su desenmarcaramiento y descrédito así como las contradicciones de la lucha por el poder en el seno de la dirección soviética. El PTA consideró el fin sin gloria de N. Jruschov como un duro golpe al estado mayor revisionista y una victoria del marxismo-leninismo aunque no se forjo ilusiones.
   Este tomo incluye también algunos escritos del periodo correspondiente extraídos del primer tomo de "Reflexiones sobre China" donde se reflejan los esfuerzos del PTA por ayudar al PC de China. En estos escritos se expresan juicios críticos en torno a los acontecimientos ocurridos en China. En esa época, el PTA no podía hacer públicas estas apreciaciones, pero, por vía de partido, de forma amistosa y a su debido tiempo, se las hizo saber a la dirección china, con la esperanza de que iba a retornar a la justa vía.
Al igual que en los tomos anteriores, algunos escritos han sido publicados en forma abreviada.


ENVER HOXHA, Obras Escogídas II.

Ya disponible:
ENVER HOXHA, Obras Escogídas II
1ª edición,  Octubre 2015
925 págs.
Cubierta a todo color, con solapas y plastificada brillo.
PVP: 25 euros
Pedidos: maimar_1@hotmail.com

Edición original 8 Nentori
Tirada limitada 



   El segundo tomo de las Obras Escogidas del camarada Enver Hoxha en español contiene sus escritos correspondientes entre noviembre de 1948 y noviembre de 1960. 
Partisan and Child, Borove
Partisan and Child, Borove, Albania
   En esta obra resalta la lucha revolucionaria del PTA para hacer realidad el viraje radical que marcó el I Congreso del Partido y superar las extraordinarias dificultades económicas; la lucha por la concreción de los planes aprobados en el II y III congreso del Partido, con el fin de solucionar los problemas de la construcción de la base económica del socialismo y del desarrollo de las fuerzas productivas. En ellas se ponen de relieve los esfuerzos del PTA tendentes a fortalecer la alianza entre la clase obrera y el campesinado trabajador, a reforzar la  unidad ideológica y organizativa del Partido, democratizar aún más su vida interna, consolidar el potencial defensivo de la Patria, la dictadura del proletariado y la vigilancia para hacer frente a la fuerte presión conservadora tanto interna como internacional. 
   Una buena parte de estos textos se han escrito en uno de los más complicados períodos para el movimiento comunista y obrero internacional como consecuencia de las decisiones y de las tesis reformistas del XX Congreso del PCUS. 
   Enver Hoxha y Albania constituyen una excepción en la cesión de principios que muchos Partidos Comunistas hicieron gala en esta época. Sus escritos de este tomo hacen patentes la firme actitud del PTA y su determinación de proseguir el camino marxista-leninista. 
   En estos primeros años de divergencias el PTA no podía expresar públicamente su oposicion a las tesis de Jruchov por dos razones. Por no dar armas al enemigo y porque no estaba enteramente convencido de que Jruchov y su grupo habían traicionado al socialismo y tenia la esperanza de rectificación en la URSS. 
   En el presente tomo se incluye igualmente el discurso que Hoxha pronuncio en la conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros celebrada en Moscú en 1960. 
   Los escritos de este periodo ponen de manifiesto la sepración entre la línea revolucionaria del PTA y la línea regresiva de la dirección jruchovista del PCUS. Sin embargo, este enfrentamiento había empezado y no podía tener por tanto la profundidad y la crudeza que adquiriría más tarde. Por eso, las obras incluidas en este tomo deben ser juzgadas de acuerdo con la época y el contexto histórico en las que han sido escritas. 

ENVER HOXHA, Obras Escogídas I.

Ya disponible:
ENVER HOXHA, Obras Escogídas I
1ª edición,  Agosto 2015
910 págs.
Cubierta a todo color, con solapas y plastificada brillo.
PVP: 25 euros
Pedidos: maimar_1@hotmail.com

Edición original 8 Nentori
Tirada limitada

Cubre el periodo desde Noviembre de 1941 hasta Octubre de 1948. Un periodo importantísimo que abarca la construcción del Partido Comunista de Albania a traves de la Guerra Antifascista de Liberación, la victoria y el establecimiento del Socialismo mediante la Republica Popular de Albania. 
Para mayor claridad se dividen en dos partes. En la primera se reúnen escritos del período de la Lucha de Liberación  Nacional (noviembre de 1941 a noviembre de 1944). 
   Las obras del período de la lucha Antifascista de Liberación Nacional tratan problemas relativos a la fundación, a la reconstrucción y a la vida interna del Partido Comunista de Albania (luego PTA). 
Aquí el lector verá en qué circunstancias fue creado el Partido, y como llego a ocupar la fuerza dirigente de la Lucha Antifascista de Liberación Nacional y se mantuvo como tal. 
   En los escritos del período de la guerra se encuentra elaborada la línea política del Partido Comunista y la experiencia revolucionaria que se enriquecía continuamente en el país. 
Tres son las tareas fundamentales que giran alrededor de este primer tomo: 
a) Unir al pueblo en un frente único de liberación nacional.
b) Organizar la insurrección  general armada y crear el ejercito de liberación como ejercito regular del pueblo y del nuevo Estado albanes.
c) Destruir el viejo poder político e instaurar el nuevo poder revolucionario de los consejos de liberación nacional. 
                        
   En los escritos de este tomo ocupa un lugar importante la posición del Partido respecto a los Aliados del exterior del pueblo albanés insurgente, basado en los principios: 
a) Actitud diferenciada hacia los Aliados 
b) No injerencia en los asuntos internos 
c) Apoyo  en las propias fuerzas. 
Se trata de los lazos, fundados en estos principios entre Albania y la Lucha Antifascista Mundial, en primer lugar, con la Guerra Patria de la Unión Soviética y con la lucha de Liberación de Yugoslavia y Grecia. 
En los escritos de la postguerra (1945-48), los problemas tratados conciernen al desarrollo ininterrumpido de la revolución popular de la etapa antiimperialista democrática a la etapa socialista. A la reconstrucción del país, al desarrollo planificado de la economía, al impulso de la cultura y la instrucción y las relaciones fraternales con la Urss y los demás países de democracia popular..  
                                          

    En estas obras el lector tendrá una imagen de la lucha de principios que el Partido ha llevado a cabo, en el plano nacional e internacional, contra el imperialismo norteamericano y contra la actividad anti albanesa y antimarxista de la dirección socialdemócrata yugoslava. 
Estas obras llevan el sello característico de una época y contexto y como tal, para comprender correctamente su contenido, es indispensable tener presente las circunstancias en las que han sido escritas. Siguen el orden cronológico. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

Novedad, biografía de Marx de Heinrich Gemkow

Carlos Marx.  de Heinrich Hemkow
Biografias Comunistas, Nº 2
1ª edición, Pamplona  2015
21×14 cms., 314 págs.
Cubierta a todo color, con solapas y plastificada brillo.
PVP: 18 euros  
Pedidos a maimar_1@hotmail.com
www.librosml.blogspot.com
Intro
La actividad de Marx fue tan universal e internacional como sus enseñanzas. Ya sea como creador del primer partido internacional del proletariado, o como dirigente de la Primera Internacional, o como teórico de la clase obrera internacional, o como respetado veterano en el nacimiento del partido alemán, el francés y otros partidos obreros nacio nales, o en el tumulto de la revolución alemana, o como emigrado en París, Bruselas o Londres, su vida estuvo unida en todo momento, por miles de hilos, a la lucha mundial contra la explotación, la opresión y la guerra, y siempre fue el dirigente digno de confianza del movimiento obrero internacional. Él y su compañero de lucha, Federico Engels, establecieron la tesis, de validez permanente, de que la clase obrera necesita el internacionalismo proletario tal como el ser humano necesita el aire para respirar, y que la fuerza de cada uno de los movimientos y partidos obreros nacionales se basa asimismo en la inconmovible unidad y fra ternal solidaridad del movimiento obrero internacional. Marx demostró con su propia persona la verdad vital de que el internacionalismo prole tario y el verdadero patriotismo socialista no son antagónicos, sino que constituyen dos caras de la misma moneda, que la lucha por el socialismo incluye la lucha por la paz, y que todos los combatientes por la paz imbuidos del espíritu del humanismo encontrarán sus mejores aliados en los comunistas. Ojalá esta biografía contribuya a consolidar ese concepto, válido para todos los países y continentes, para todos los hombres de conciencia para todos los que se preocupan por el futuro del género humano.
 Heinrich Gemkow
Índice
INTRODUCCIÓN      9
CAPÍTULO I (1818-1843)
 El hogar paterno y la escuela    11
 Estudiante en Bonn      16
 La conquista de un joven poco común   18
 El enfrentamiento con la “filosofía contemporánea” 19
 Director de un periódico a los 24 años   30

CAPITULO II (1843-1848)
 En París, corazón de la revolución    46
 Amigo y camarada      61
 En el camino al partido     68
 La fundación de la Liga Comunista    79
 El certificado de nacimiento del comunismo científico 90
 ¿Qué otorgaba a esa obrita tan grande importancia histórica?     91
CAPÍTULO III (1848-1849) 
Estalla la revolución      97
 El programa de acción nacional    102
 Director en jefe del Neue Rheinische Zeitung  109
 En la lucha frente a la contrarrevolución en avance 123
 En la lucha por un partido obrero nacional  136 El último número rojo     143

CAPÍTULO IV (1849-1864)
 Balance de la revolución     148
 Vida de refugiado      162
 Papa Marx estudia      166
 Familia y amigos      175
 Nuevas batallas en el horizonte    181
CAPÍTULO V (1864 -1871)
 Se coloca una nueva piedra fundamental   195
 ¿Cuál era la situación del movimiento obrero internacional en 1864?     197
 Secretario para Alemania     206
 Madura la obra fundamental    218
 El Capital       222
 Delegado del movimiento obrero internacional  231
 Abriendo la marcha en el Partido Obrero Socialdemócrata Alemán     241
 La Internacional Enjuiciada     246
CAPÍTULO VI (1871-1883)
 Del lado de quienes “toman el cielo por asalto”  255
 Vencedor sobre los enemigos de la Internacional  264
 Hogar y familia      277
 El “viejo” en Londres     283
 Los últimos años      299
POSFACIO       306
OBRAS CITADAS      306 

Estudia y Lucha!!!

Puedes pedirnos estos títulos en nuestro email: maimar_1@hotmail.com

Historia del PC(b)URSS. O.E. JV STALIN la disgregación de la Urss.Mijail Kilev Notas de la carcel Aproximación a la historia del PCE     Crisis de desarrollo y desarrollo de la crisis de Arenas.  STALIN Y MAO . Jose sotomayor Conversaciones con Margot Honecker   El pájaro en la jaula (15 euros) Perestroika. Harpal Brar Subterraneos de la libertad. Jorge Amado  Manos fuera del camarada Antonio Gramsci!! FARC-EP.esbozo historico Temas actuales del Mov. Comunista. KKE

viernes, 11 de septiembre de 2015

Enver Hoxha y su tiempo (1908-1985)

Ya disponible tomos II y III
Enver Hoxha nació en 1908, en una Albania en plena ebullición, las manifestaciones por la liberación del país de la dominación turca, se sucedían por doquier. Cuatro años tenía Enver cuando, en noviembre de 1912, Ismaël Kemal proclamó la independencia de Albania. Ese mismo año tuvo lugar en Londres la Conferencia de los embajadores de las grandes potencias (Alemania, Austria, Hungría, Francia, Italia, Gran Bretaña y Rusia) que reconoció formalmente al nuevo Estado, pero bajo tutela y con la designación de un príncipe alemán como «rey» de Albania y adjudicando a Serbia la mitad del territorio albanés: el problema de Kosovo había nacido.

Doce años tenía Enver cuando, al finalizar la I Guerra Mundial, fue elegido el primer Parlamento nacional albanés. Grecia, y sobre todo Italia, no renunciaban a sus pretensiones; de nuevo los albaneses se rebelaron para exigir el reconocimiento de sus fronteras. Codiciada, peón en el tablero de las potencias, sólo unidos y en armas, dispondrían los albaneses del derecho a ser independientes. Cuando la Unión Soviética denunció la «diplomacia secreta» de la que la joven Albania era uno de los instrumentos, el eco de la Revolución Bolchevique fue escuchado en las montañas albanesas.

En 1924, encabezada por la intelectualidad, la burguesía del Sur del país y los emigrantes de retorno a Albania, estalló la revolución democrática burguesa para derribar el gobierno de los grandes terratenientes, de los feudales y de los representantes del gran clero que conservaban las leyes otomanas y se negaban a la reforma agraria. El joven Enver se unió al movimiento. Con la revolución victoriosa, Fan Noli fue elegido jefe del Gobierno, pero seis meses después es derribado por las fuerzas reaccionarias: Ahmed Zogu, financiado por el extranjero (la Anglo-Persa Oil Company y la Standard Oil), con el apoyo concretamente de Yugoslavia y de Grecia y un ejército de mercenarios, se hizo con el poder. Se hace proclamar Presidente de la República y luego rey de Albania. Los albaneses caen bajo la dictadura zoguista.

En esos fatídicos años, Enver Hoxha deja Jirokastra, su ciudad natal, para estudiar en la única escuela secundaria que había en Albania, el liceo francés de Korcha, tenía entonces 19 años. En el liceo descubre la literatura progresista y comunista, prohibida, que forman sus convicciones y compromisos. Otro elemento interviene en su toma de conciencia política: en los años 20 en Turquía la revolución kemalista se hace con el poder que estaba en manos de los señores feudales y los imanes, modifica las relaciones sociales, da el derecho de voto a las mujeres, establece el laicismo del Estado. Que en el antiguo imperio otomano, el cual

durante siglos mantuvo a Albania en el oscurantismo, fuera posible romper con el feudalismo, impresiona al joven Enver.

El movimiento popular contra la dictadura zoguista es duramente reprimido. Enver Hoxha, que participa en las manifestaciones estudiantiles, es detenido y encarcelado. En 1930 marcha a Francia para continuar sus estudios. Allí entra en contacto con comunistas albaneses exilados y con «L’Humanité» en cuyas páginas publica artículos de denuncia de «el régimen del patíbulo y las balas» del rey Zog. Le suprimen la beca y tiene que irse a Bruselas donde trabaja en el consulado de Albania, lo que le permite continuar sus estudios, empero, en 1936, despedido por sus actividades políticas vuelve a Albania. Allí enseña en una escuela de Tirana y luego en el instituto de Korcha, del que había sido alumno.

Enver Hoxha milita en el Grupo comunista de Korcha. El movimiento comunista albanés adolece de divisiones ideológicas y dispersión en diversos grupos locales. El primer objetivo a alcanzar es el de unirse para constituir el partido. Enver asume la responsabilidad de esa difícil y compleja tarea, cuando Italia en 1939 invade Albania sin que hubiese la menor protesta internacional. La lucha entonces cambia de naturaleza, el combate por la emancipación social y contra la dictadura foguista, desde ese momento se conjuga con la lucha de liberación nacional y con la necesidad de unificar a los comunistas en un solo partido, tarea de verdadera urgencia.

Enver Hoxha es despedido de su puesto de profesor por sus actividades contra el ocupante italiano, y el grupo de Korcha lo envía a Tirana para organizar la lucha antifascista y unificar a los comunistas. Para encubrir sus actividades políticas abre una floristería.

Enver no sólo refuerza la organización comunista en la capital, sino que logra establecer lazos militantes con los patriotas que desde el primer día de la ocupación fascista habían iniciado la lucha armada contra el ocupante en la región de Peza, próxima a Tirana.

Identificado como uno de los organizadores de una multitudinaria manifestación en Tirana, fue condenado a muerte por contumacia y tuvo que pasar a la clandestinidad.

Para luchar contra la represión fascista, en noviembre de 1941, en una casa de encalados muros de Tirana, se constituyó el Partido Comunista albanés. Enver Hoxha es nombrado responsable del Comité Central provisional. Desde entonces desempeñó un papel determinante al frente del Partido y, luego, del Estado albanés.
Disponible

¿Por qué recordamos esos años de infancia, de juventud, de adolescencia, y los primeros compromisos políticos de Enver Hoxha? Porque, como él mismo escribió, «la juventud es el período en que se forma el carácter y se traza el camino que seguiremos en la vida.» Los años en los que Enver Hoxha despertó a la conciencia política determinaron su lí- nea política, tanto sobre la necesidad de combatir a la reacción para arrancar al país del feudalismo y la miseria, del analfabetismo y el oscurantismo, como para lograr que los albaneses se basaran en sus propias fuerzas para asegurar la independencia del país e impedir los designios de los enemigos del exterior. Basándose en los principios ideológicos del marxismo–leninismo se refería constantemente a las enseñanzas y lecciones de la historia de su pueblo y a la necesidad de no olvidar los acontecimientos que forjaron su compromiso comunista.

Basarse en las propias fuerzas para asegurar la independencia del país y conjurar las amenazas exteriores

"Nuestro partido ha considerado siempre como una de sus esenciales tareas permanente, la defensa de la patria, de la libertad y la independencia nacionales."
Con esta firme conciencia, Enver Hoxha dirigió una lucha victoriosa contra el ocupante nazifascista y sus colaboradores albaneses. Organizador del Partido Comunista, que contaba con 200 miembros en su fundación, logró unir a las fuerzas patrióticas en la lucha armada de liberación nacional. Desde 1942 se suceden las operaciones guerrilleras. La insurrección y el poder popular se organizaron en Consejos de Liberación Nacional; se liberan territorios y en 1943 se constituye el Ejército de Liberación Nacional, el cual derrotó la gran ofensiva de las tropas nazis en el invierno de 1943-44. En la primavera, desde las zonas liberadas se lanzó un ataque general contra los ocupantes. El 29 de noviembre de 1944, Albania era liberada.
Bajo la dirección de E. Hoxha, los albaneses no sólo se liberaron del nazifascismo basándose en sus propias fuerzas, sin ayuda alguna de las fuerzas aliadas, además Enver se opuso intransigentemente a cualquier ingerencia anglo–estadounidense en la dirección de la lucha de liberación.
Rechazó el ultimátum del general Wilson que le conminaba a no llevar a cabo operaciones militares contra los colaboracionistas. Y cuando los ingleses desembarcaron en Saranda «para ayudar a la liberación del país», Enver dio la orden a sus guerrilleros de abrir el fuego si las tropas inglesas no reembarcaban.
Después de la liberación de Albania, los «aliados» anglo–estadounidenses se negaron a reconocer el nuevo Poder y apoyaron a los reaccionarios del interior. Las elecciones a la Asamblea Constituyente dieron una amplia mayoría a los comunistas y a los patriotas. Al fracasar sus intentonas por derribar al nuevo régimen, Gran Bretaña y Estados Unidos retiraron sus delegaciones de Albania. En 1946,la situación es de extrema tensión en la frontera con Grecia, debido a la guerra civil que enfrentaba a las fuerzas progresistas con las monárquicas, unos buques ingleses chocaron a lo largo de las costas albanesas con minas de la II Guerra Mundial. El incidente quiso ser utilizado como pretexto para una intervención armada, empero, una vez más Enver Hoxha se negó a ceder ante las presiones y chantajes de los imperialistas.
Mas otros planes amenazaban la independencia de Albania. No hay situación más difícil que la de descubrir que aquel junto al que has luchado, la Yugoslavia de Tito, tenía también sus planes anexionistas. Durante la lucha de liberación, E. Hoxha, para evitar la división del frente antifascista, se opuso a las posturas chovinistas de la reacción albanesa sobre Kosovo y defendió el principio del respeto a las fronteras internacionales fijadas en 1912. La posición de Hoxha era la de que el problema de Kosovo debía ser discutido y solucionado entre estados socialistas después de la victoria sobre el nazismo. Tito no pensaba lo mismo. Su objetivo, en el marco de su proyecto de Federación Balcánica, era que Albania fuese la séptima provincia yugoslava. Para llevar a cabo su plan, impulsó una fracción en la dirección del partido comunista albanés. Terminaba la guerra, Albania se encontraba en una situación económica harto difícil y el nuevo Poder se encontraba en fase de consolidación. Esa ingerencia en los asuntos albaneses creo una atmósfera de graves suspicacias en todo el país. En el seno del Movimiento Comunista, el joven partido comunista albanés osó enfrentarse a Tito, dirigente de uno de los partidos más prestigioso e influyente del Kominform. Este hecho demuestra el gran valor y determinación de Enver, sobre todo si se tiene en cuenta que el Partido Comunista de Albania, era el único Partido en el Poder que aún no había sido reconocido como miembro del Kominform (en lo que Tito tuvo mucho que ver). La Denuncia que llevó a cabo Stalin contra Tito, en 1948, permitió que la línea de independencia nacional de Enver Hoxha se impusiese.
Un nuevo problema surge en 1949, cuando las tropas monárquicas griegas atacaron Albania con el apoyo de aviones y artillería. El ejército albanés rechazó el ataque, pero continuaron las intentonas para derrocar el régimen socialista; fueron enviados a Albania grupos reaccionarios que fueron eliminados. Un senador estadounidense declaró, «la guerra de nervios contra Albania puede darse por perdida». Sin embargo el bloqueo y la presión ideológica continuaron.
En los años sesenta, Enver Hoxha se enfrentó a la línea revisionista de Kruschov, en defensa del marxismo-leninismo. Una vez más se trataba de salvaguardar la independencia del país, tan duramente conquistada. Kruschov pretendía transformar Albania en un paraíso turístico y se oponía a la política de desarrollo industrial y energético de Albania, sin cuyo desarrollo era imposible una verdadera independencia.
En la Conferencia de los partidos comunistas celebrada en Moscú en 1961, el partido albanés fue el único que se opuso abiertamente al PCUS, lo que le costó ser objeto de sarcasmos y presiones económicas.
Para hacer frente a las malas cosechas registradas, debido a razones atmosféricas, Albania necesitaba importar trigo. Kruschov hizo saber a los albaneses que si su Partido cedía, la URSS cubriría sus necesidades de trigo, y precisó con su particular «espíritu internacionalista», que esas necesidades «se podían cubrir con el trigo que las ratas se comían cada año en la URSS». Enver Hoxha respondió, «preferimos comer raíces antes que vender nuestra independencia y nuestros principios.»
La actitud de Enver Hoxha en la Conferencia de Moscú era de especial importancia, pues aunque conocía las divergencias entre el partido chino y el PCUS, ignoraba si Mao Tsetung y el PC chino estaban de acuerdo con su denuncia radical del revisionismo.
Enfrentarse a la política del PCUS era un acto grave y doloroso, pues podría romper lazos de profunda fraternidad con el pueblo soviético. Jamás Enver, en su condena de Kruschov identificó a la dirección revisionista con el pueblo soviético tan apreciado por él y por el pueblo albanés.
La profundización de las divergencias entre marxismo–leninismo y revisionismo unió en un mismo frente al partido chino y el albanés. En todos los continentes se organizaron partidos que rechazaban la vía revisionista. El Partido albanés, según las orientaciones de Enver Hoxha, desempeñó con arreglo a sus posibilidades, un papel internacionalista muy activo e importante, para ayudar, aconsejar y estructurar el movimiento marxista-leninista.
Mas de nuevo, en 1978, se produjo una nueva ruptura. China inició el camino de los compromisos con el imperialismo estadounidense. Albania, fortalecida pero aún pobre, debía someterse y doblegarse ante la política de las grandes potencias? ¿Tenía que renegar de sus principios? ¿Debería olvidar tantos sacrificios asumidos desde la ocupación italiana en 1912?
Enver sabía que la situación era difícil, pero no olvidaba las enseñanzas de la historia. Denunció la alianza con el imperialismo y el reparto del mundo entre las grandes potencias que decidían el destino de los pueblos. Consciente de que Albania podía ser aislada en los Balcanes, en Europa y en el mundo, que China llevaría las divergencias políticas a las relaciones económicas; que Albania sufriría un bloqueo económico incrementado, sin embargo Enver se negó, una vez más, a chalanear con la independencia de Albania.
Albania no podía cambiar el curso de la historia, empero es de Enver el mérito de haber alertado contra las corrientes revisionistas, contra las políticas imperialistas y neocoloniales. Para oponerse a las pretensiones externas, Enver trató de hacer de Albania una fortaleza, el pueblo asumió los sacrificios necesarios para mantener la independencia de la pequeña Albania en las orillas del Adriático, pero no podía ella sola ser el dique contra la ofensiva general del capitalismo para establecer un nuevo orden social, neoliberal, en el que hoy vivimos y al que nos enfrentamos. Hoy, en el despacho del ministro de defensa de Albania, están juntas las banderas albanesa y estadounidense. Ese solo hecho demuestra claramente lo que diferencia a Enver Hoxha de los lacayos del extranjero actualmente en el poder.

Combatir a la reacción para liberar al país del feudalismo y al pueblo de la miseria, el analfabetismo y el oscurantismo

"La lucha de clases llevada a cabo en todos los terrenos, es actualmente una lucha ideológica sobre todo, una lucha por ganar el espíritu y el corazón de las masas, una lucha contra la degeneración burguesa y revisionista, contra todos los residuos y manifestaciones extrañas a nuestra ideología."
En 1945, arrasada por la guerra, Albania no tenía más que unas pocas fábricas; las carreteras destruidas, no había ni un metro de vías ferroviarias; alguna central eléctrica; los campesinos trabajaban la tierra con arados de madera; el 80% de la población era analfabeta; el porcentaje de jóvenes que iban a la escuela no llegaba a uno de cada cinco; el oscurantismo religioso obstaculizaba la transformación de la sociedad y la emancipación de la mujer; en el Norte del país, en la dote de la novia entregada a su esposo se incluía una bala que significaba su derecho de vida y muerte sobre su esposa; la venganza destrozaba familias…y con todo ello había que asegurar el pan. Esa era la situación que debía afrontar la dictadura del proletariado que reemplazó a las dictaduras zoguista, fascista y nazi. A partir de esta cruda realidad económica y del nivel de desarrollo de la sociedad, Enver Hoxha y los comunistas albaneses se movilizaron para llevar a cabo la revolución social, una tarea harto difícil, más dura y compleja aún, que la liberación del país.

La primera decisión revolucionaria tomada por la República Popular de Albania fue la de llevar a cabo la reforma agraria, por la que el pueblo había luchado durante décadas. Eran muy numerosos los campesinos sin tierra. Las propiedades de las siete grandes familias latifundistas, las de las instituciones religiosas y todas aquellas de más de cuarenta hectáreas son entregadas a más de 70.000 familias campesinas. En 1946, se constituyó la primera cooperativa agrícola. En la industria las fábricas más importantes y las de los extranjeros fueron nacionalizadas; se procedió a la concentración de las pequeñas empresas y el comercio exterior y el mayorista pasaron a estar bajo el control del Estado. El poder popular instituye la jornada de ocho horas. En 1947, el sector de los pequeños productores era el 80% de la economía nacional, el sector socialista el 15% y el sector privado el 5%.

En 1951 se elaboró el Primer Plan Quinquenal, sirviendo de ejemplo el modelo soviético, pero aplicado a las condiciones del país, lo que exigía personas competentes en todos los aspectos de la vida social y económica para poder regular las condiciones creadas por la revolución proletaria, condiciones desigualmente desarrolladas, en el país más atrasado de Europa. La realidad socio-económica del país llevó al Partido en su I Congreso después de haber hecho fracasar las ambiciones de Tito, a tomar el nombre de Partido del Trabajo (los seguidores de Tito trataron de impedir ese congreso, para facilitar la anexión).

Dirigente, educador y pedagogo, Enver Hoxha se esforzó siempre por elevar el nivel ideológico y cultural del pueblo. La emancipación de la mujer, auténtica revolución en un país feudal, es un fundamento del socialismo. Enver criticaba a los hombres que son comunistas en su trabajo y en todas partes, menos en sus
casas, tanto sobre las tareas domésticas como sobre la educación de los hijos. Para acabar con los matrimonios impuestos a las chicas por sus padres, acordados desde la edad de 10 años e incluso antes, con hombres 15 o 20 años mayores que ellas, el partido favorecía que se marchasen de sus casas con el joven que ellas escogieran libremente. Había padres que se sentían deshonrados al no ser respetada la palabra que habían dado, pero las mujeres que habían pasado por esas condiciones apoyaban firmemente a sus hijas. Fue necesario, también, luchar para que las chicas fuesen a la escuela, pues según la tradición, una vez casadas pertenecían a la familia del marido, mientras que los hijos se quedaban en la casa de sus padres.

Otro frente era el de la educación comunista de la juventud, para la que se utilizaron los talleres de construcción de raí- les, en los que miles de jóvenes trabajan por períodos para desarrollar la economía del país, cierto es, pero sobre todo, ello les permite a los jóvenes de cooperativas agrícolas reunirse con los jóvenes estudiantes, con las chicas que llegaban de las montañas, hablar con los jóvenes obreros de las fábricas, es decir, era un medio más para conocer aspectos distintos de sus vidas. Con ello se combatían también los prejuicios religiosos y las costumbres retrógradas, se habría horizontes desconocidos que rompían la estrechez del marco de la familia, de la aldea, de la región.

En ese país en el que sólo había una escuela secundaria, se podía ya acceder a la enseñanza universitaria.

En 1978, la UNESCO declaró que Albania poseía el porcentaje de estudiantes mayor de Europa, proporcionalmente a su población. La enseñanza era totalmente gratuita. Lo mismo se consiguió en la sanidad; la malaria fue completamente erradicada; se formaron médicos, especialistas; los hospitales no eran clínicas de lujo, pero al igual que en la enseñanza, todo era gratuito. Aun siendo todavía difícil la situación económica, el sistema socialista demostró cómo se pueden atender los intereses vitales culturales y de la salud para el pueblo.

El desarrollo económico del país, es vital para transformar la sociedad; un objetivo esencial fue el de la electrificación, para lo que se necesitó construir importantes pantanos, centrales y facilitar el acceso a la red eléctrica a toda la población. Al principio de los años 70 había países europeos más desarrollados, pero sin electrificar totalmente. En Albania la electrificación se llevó hasta las aldeas más recónditas, transformando la vida de la gente. Albania incluso se convirtió en país exportador de energía eléctrica.

La lucha ideológica es una cuestión principal, y para Enver Hoxha una constante preocupación. La educación comunista se llevó a cabo en todos los aspectos de la vida. Enver lanzó la lucha contra el burocratismo, esa gangrena que ineluctablemente se infiltra en el partido y el Estado, si no se revoluciona constantemente la sociedad, ya sea mediante el control obrero, largo proceso que debe permitir a cada cual tener la competencia de controlar todos los niveles de la producción y del funcionamiento de las instituciones
estatales, o mediante la participación de los cuadros de las empresas en tareas directas de la producción para mejor conocer las condiciones de trabajo de los obreros y percibir mejor posibles innovaciones.

Para Enver Hoxha el conjunto de las luchas llevadas a cabo en el frente ideológico debía tener el objetivo de «aprender a conocer a fondo la psicología del pueblo y de los hombres», pues, como él mismo repetía, «son los hombres y las mujeres quienes hacen las revoluciones, pero también son hombres y mujeres los que hacen las contrarrevoluciones.»

Un hombre, un comunista forjado por su tiempo

Enver Hoxha dirigió el partido albanés y Albania en una fase histórica determinada, la de la «guerra civil internacional», en la que, desde 1917, una confrontación ideológica irreductible opone el campo capitalista al campo socialista. Comprometido en ese gran conflicto del siglo XX, Enver Hoxha jamás estableció compromiso alguno ni con el imperialismo ni con el revisionismo.

Quien no ha conocido la ocupación, el colonialismo, el fascismo, no puede saber lo que representa para un pueblo ser libre e independiente; Enver Hoxha dio a su pueblo ese orgullo. Quien no ha conocido el feudalismo, la miseria, el analfabetismo y el oscurantismo, no puede saber el estado de opresión a que son sometidos los hombres y las mujeres. Enver logró que los albaneses salieran del medievo y conociesen el progreso.

Ya antes de su desaparición, efectos conjugados de la ofensiva del capitalismo por imponer el nuevo orden internacional neoliberal, y la degeneración revisionista, modificó profundamente el curso de la historia mundial. Albania socialista, sometida a un bloqueo económico, aislada políticamente, sufrió la ley de la nueva relación de fuerzas. La implosión de la Unión Soviética, la nueva línea de China, la victoria, provisional pero general, del capitalismo y del imperialismo en los años 90, fueron de una presión ideológica tal y una asfixia económica que el poder socialista no pudo resistir.

En Albania se hicieron con el poder arrivistas, corruptos y la mafia. Hoy es un país desacreditado que vive tutelado por los Estados Unidos y las subvenciones de Europa y en la que muchos albaneses (¡dolorosa constatación!) se avergüenzan del país del que habían estado orgullosos.

Las etapas históricas cubiertas por Albania, de un país sometido y ocupado a un Estado libre e independiente; las grandes transformaciones de una sociedad que pasa del feudalismo a una sociedad más avanzada; la extraordinaria evolución del pensamiento en las generaciones nacidas bajo la dictadura foguista, al creado en el socialismo, es la obra de Enver Hoxha. Empero, debemos sacar las lecciones de la historia, de la derrota política del socialismo en los años 90. No podemos dejar de plantearnos interrogantes sobre la licuefacción ideológica registrada en Albania actualmente.

A todo revolucionario se le plantean problemas que no puede resolver, es ley de vida. La nueva capacidad de iniciativa exigida, las nuevas fuerzas creadoras necesarias para tener plena conciencia de las transformaciones de la sociedad, de las condiciones de vida, de la elevación del nivel cultural, por los logros del socialismo y de las enseñanzas del marxismo, son cuestiones harto delicadas y difíciles de resolver. Más debemos responder a esos interrogantes para estar en condiciones de interpretar la disolución ideológica de Albania socialista. Nuestra tarea es comprenderlo como hizo Enver Hoxha, esto es, resolver como comunista, como marxista–leninista, los problemas que se le plantearon en su tiempo. Nosotros como comunistas, como marxista–leninistas, debemos estar en condiciones de resolver los problemas planteados en la actual fase histórica.

Por: Nils Andersson
Extraído de la revista Unidad y Lucha n° 16